Así como la oruga termina transformada en mariposa, de la misma manera ha sucedido en mi saber, sentir, hacer y pensar, luego de culminar el diplomado. La formación no resulta meramente teórica requiere de apropiarse y vivenciar de manera personal e introspectiva los nuevos conocimientos, lo cual permite también que surja en cada participante el deseo de promulgarlos y procurar una nueva consciencia colectiva (dispersar la semilla, lo he llamado yo!!)